prosigue sus esfuerzos para abastecerse de mascarillas, y sus pedidos a fabricantes en alcanzan ya casi 2.000 millones de unidades, aseguró el sábado el ministro de Sanidad, Olivier Véran.

En cuanto a las mascarillas que hemos encargado a China, tenemos que estar cerca de los dos mil millones, y seguimos haciendo pedidos”, aseguró el ministro, en una entrevista al medio en línea Brut.

Los pedidos que hemos hecho de mascarillas son mucho más importantes que lo que recibimos” y están sujetos a una “competición mundial”, destacó, recordando los esfuerzos de Francia para, paralelamente, reforzar su producción nacional de mascarillas de protección.

El miércoles, Véran aseguró que Francia había encargado “más de 1.500 millones de mascarillas en Francia y en el extranjero”, en una audiencia por videoconferencia con la nueva misión de información de la Asamblea Nacional francesa sobre la gestión gubernamental de la crisis.

Un hombre cubierto con una bolsa de plástico lee un libro frente a la Torre Eiffel en París. (EFE/Julien de Rosa).
Un hombre cubierto con una bolsa de plástico lee un libro frente a la Torre Eiffel en París. (EFE/Julien de Rosa).

Por otra parte, el ministro francés fue interrogado sobre la evolución de las recomendaciones de las autoridades sanitarias, que aconsejan ahora a la población el uso de “mascarillas alternativas” de otros tejidos, mientras que los de uso médico deben permanecer reservados a los más necesitados, comenzando por los profesionales de la salud y los pacientes.

Según él, la epidemia de coronavirus va a provocar un cambio en las “costumbres sanitarias” de Francia y de otros países donde, hasta ahora, el uso de mascarillas por parte del público en general no estaba generalizado e incluso era hasta mal acogido, a diferencia de algunos países asiáticos.

Tenemos que ser capaces de producir mascarillas para personas que no son cuidadores, que están en la segunda línea, que van a estar en contacto con la gente, incluso para proponer a todas las personas que las utilicen. Esto se está discutiendo con el consejo científico, los expertos en epidemiología y las agencias sanitarias. Se les está pidiendo que reevalúen la doctrina”, que “está en constante evolución”, afirmó.

CON INFORMACIÓN DE EFE