China expulsará a tres periodistas del diario económico estadounidense Wall Street Journal (WSJ), en represalia por el título —considerado racista— de un comentario editorial sobre el nuevo , se informó este miércoles.

Beijing tomó muy mal el título “China es el verdadero hombre enfermo de Asia”, publicado el 3 de febrero, frase derivada de una expresión considerada ofensiva y racista, que usaban para describir a China algunos occidentales en el siglo XIX.

Este miércoles, el gobierno chino anunció el retiro de la acreditación --que obra además como visa-- de los tres periodistas de este diario. A continuación les dio cinco días para salir del país, precisó por su lado el WSJ.

Los periodistas afectados son el director adjunto de la corresponsalía en Beijing, Josh Chin, y la reportera Chao Deng, ambos de nacionalidad estadounidense, y el australiano Philip Wen, precisó Wall Street Journal, que tiene una decena de reporteros en Beijing y Shangái.

Al anunciar la sanción, el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Geng Shuang, explicó que el diario no había presentado las disculpas solicitadas por Beijing por ese título considerado “discriminatorio por motivos raciales” y “sensacionalista”.

Controvertido artículo fue titulado de la siguiente manera: "China es el verdadero hombre enfermo de Asia". (WSJ).
Controvertido artículo fue titulado de la siguiente manera: "China es el verdadero hombre enfermo de Asia". (WSJ).

“Nuestra intención no era ofender con ese título”, reaccionó horas después del anuncio de la expulsión William Jones, director general del grupo Dow Jones, que publica el Wall Street Journal, en una declaración enviada a la AFP. “Sea como sea, eso ha claramente contrariado y preocupado a los chinos, y lo lamentamos”.

El editorial, redactado por Walter Russell Mead, profesor del Bard College, prestigiosa universidad estadounidense, se alarmaba por los riesgos que la epidemia de coronavirus representa para la economía china y, por consiguiente, mundial.

También criticó la supuesta lentitud de la respuesta inicial de las autoridades chinas a la aparición del virus en Wuhan (centro de China), en diciembre.

Este texto “difamó los esfuerzos del gobierno y del pueblo chinos en su lucha contra la epidemia”, condenó el portavoz de la diplomacia china.

La polémica se produce al día siguiente del anuncio de Washington de la modificación del estatuto de cinco medios públicos chinos con oficinas en Estados Unidos, considerados desde ahora por la administración Trump órganos “de propaganda”.

“Beijing considera esa medida inaceptable”, comentó Geng. “Nos reservamos el derecho de réplica en este caso”, amenazó.

Los medios afectados --la agencia Xinhua, la televisora CGTN, la Radio China Internacional, el Diario del Pueblo y el China Daily-- tendrán que obtener la aprobación del departamento de Estado para comprar propiedades en Estados Unidos.

También deberán proporcionar una lista de todos sus empleados. En cambio, no se aplicará ninguna restricción a las actividades periodísticas chinas en suelo estadounidense.

Precisamente, el secretario de Estado del país norteamericano, Mike Pompeo, denunció la medida china e instó a Beijing a respetar la libertad de prensa.

“Los países maduros y responsables entienden que la prensa libre informa de hechos y expresa opiniones. La respuesta correcta es presentar contraargumentos, no restringir la expresión”, afirmó Pompeo en un comunicado.