El aislamiento ordenado por el gobierno de Italia ante el incremento de casos de coronavirus diagnosticados en este territorio ha llevado que las calles llenas de vida de la costa mediterránea se conviertan en silenciosos pasajes en los que la vida puede verse solo a través de las ventanas de las casas.
La imposibilidad de abandonar los domicilios hace que los habitantes de las diferentes ciudades de este país solo puedan tener gestos desde lo alto de sus balcones como el emotivo aplauso a los médicos y técnicos sanitarios que diariamente combaten el coronavirus en todo el país.
Sin embargo, a cinco días de iniciada la cuarentena en esa nación, el músico Raffaele Kohler, residente en Milán, quiso romper el denso silencio del confinamiento con un solo de trompeta.
Detrás de la ventana de su casa, el artista se unió a una iniciativa #nonfermiamolamusica propuesta por la Asociación Nacional de Bandas Italianas para llenar el claustro forzado de música e interpretó por 45 minutos varias canciones tradicionales entre ellas ‘O mia bela Madunina’, una canción milanesa necesaria en esta época de crisis y que logró conmover a sus impensados espectadores.
A la presentación improvisada de Kohler se han sumado decenas de interpretaciones espontáneas como unas panderetas en Sicilia o las voces entonando ‘Volaré’ de Domenico Modugno.