El ministro de Salud de Brasil considera que la emergencia en Manaos se debe en gran medida a la llegada de la nueva variante del coronavirus. (Foto: Michael DANTAS / AFP)
El ministro de Salud de Brasil considera que la emergencia en Manaos se debe en gran medida a la llegada de la nueva variante del coronavirus. (Foto: Michael DANTAS / AFP)

El ministro brasileño de Salud, Eduardo Pazuello, admitió este lunes que el Gobierno fue alertado con al menos seis días de anticipación que Manaos, la mayor ciudad de la Amazonía, sufriría un colapso por la falta de oxígeno para los pacientes con covid.

Pazuello afirmó en una rueda de prensa que la multinacional White Martins, responsable por el abastecimiento, alertó al Ministerio de Salud el día 8 de enero que la demanda por oxígeno en Manaos estaba subiendo de forma alarmante y que en breve superaría la cantidad que la empresa era capaz de ofrecer.

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Manaos vive una grave crisis sanitaria desde el jueves 14 de enero, seis días después de la alerta, por la falta de camas y de oxígeno para los pacientes con coronavirus que están conectados a respiradores mecánicos, algunos de los cuales murieron por asfixia.

El ministro aseguró que, desde que recibió la alerta, el Ministerio montó una operación para enviar a Manaos cilindros de oxígeno en aviones de la Fuerza Aérea Brasileña, pero que el volumen enviado es insuficiente para atender la demanda. “Enviamos centenas de cilindros en aviones militares desde el 10 de enero”, dijo.

“A finales de diciembre no había la menor indicación de que faltaría oxígeno. En la época se producían 28.000 metros cúbicos de oxígeno por día en Manaos y la demanda era de 14.000 metros cúbicos diarios. Pero la elevación de la demanda fue muy rápida y sólo nos enteramos el 8 de enero, cuando White Martins nos informó”, agregó.

En la misma rueda de prensa, Wilson Lima, gobernador de Amazonas, estado del que Manaos es capital, explicó que el consumo de oxígeno en los hospitales subió desde un promedio de 15.000 metros cúbicos diarios hasta 76.000 metros cúbicos diarios en la última semana, y que White Martins tan sólo tiene capacidad para producir 28.200 metros cúbicos por día.

Pazuello aseguró que, para intentar satisfacer esa elevada demanda, el Gobierno está negociando la contratación de un avión estadounidense equipado para cargas de gases y que puede transportar elevadas cantidades en cada vuelo.

Pacientes con COVID-19 transportados a otras ciudades

Otra medida adoptada por el Ministerio para hacer frente a la crisis fue el uso de los mismos aviones militares que llevan oxígeno a Manaos para transportar pacientes a otras ciudades del país.

Afirmó que hasta ahora han sido trasladados 95 pacientes pero que la previsión inicial es poder transportar a cerca de 250.

Manaos, además, espera la llegada este mismo lunes de cinco camiones cisterna con 107.000 metros cúbicos de oxígeno que fue donado por Venezuela y que atravesaron la frontera el domingo.

Las escenas de correrías en hospitales, médicos desesperados y agotados, cementerios desbordados y familiares de pacientes implorando por oxígeno o comprándolo en el mercado negro han generado una intensa movilización en todo Brasil y diversos artistas, futbolistas y grupos sociales han financiado y organizado cargas de cilindros de oxígeno para ser enviados a la Amazonía.

Según Pazuello, el colapso sanitario en Manaos fue provocado no solo por la llegada de una segunda ola de la pandemia sino también por la aparición en la región de una nueva variante de la COVID-19 más contagiosa y por el elevado número de pacientes cuyo estado se agravó tras haber postergado cirugías y tratamientos en 2020.

Agregó que la segunda ola, tan grave como la primera, elevó el número de muertes diarias en Manaos desde un promedio de 26 hasta 180 por día en la última semana.

Pazuello dijo que Brasil necesita estar preparado ante la posibilidad de sufrir una segunda ola de la pandemia en otras ciudades como la que se viene registrando en los países europeos.

Afirmó que ello puede ocurrir en algunas ciudades del norte y del nordeste de Brasil, que por esta época registran temporadas de lluvia y de muy elevada humedad en el aire, lo que dificulta la respiración.

Brasil, con 210 millones de habitantes, es uno de los epicentros de la pandemia; el segundo país con más muertes en el mundo por COVID-19 después de Estados Unidos, con casi 210.000 fallecidos, y el tercero con más contagios, con 8,5 millones de casos.

Fuente: EFE

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