Redacción PERÚ21

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Katie Stubblefield intentó suicidarse a los 18 años al dispararse en el rostro con un rifle. El impacto destruyó gran parte de la cara, pero sobrevivió. Ahora, a sus 21 años, es portada de la revista como la paciente más joven en recibir un trasplante de rostro en Estados Unidos.

Los médicos tuvieron una ardua labor para la reconstrucción de su cara y la sometieron a unas 22 operaciones ante de poder implantar el nuevo rostro.

Gracias al permiso que dio Sandra Bennington para la donación de los órganos faciales de su fallecida nieta Adrea Schneider, de 31 años,  Katie Stubblefield pudo nuevamente rehacer su vida.

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Este trasplante, que se realizó entre el 4 y 5 de mayo de 2017, duró 31 horas y los médicos de Cleveland Clinic decidieron cambiar de plan a mitad de la operación, ya que habían pensado hacer un trasplante parcial, pero una vez en el quirófano vieron que sería mejor hacerlo en forma completa.

Esta intervención incluyó frente, párpados superiores e inferiores, cuencas del ojo, nariz, boca y labios, las mejillas, la mandíbula superior y parte de la inferior, dientes y músculos faciales.

La operación de trasplante de cara de Katie fue financiada por el Departamento de Defensa de los EE.UU. a través del Instituto de Medicina Regenerativa de las Fuerzas Armadas.

La travesía de sus cirugías fue cubierto por las fotógrafas Maggie Steber y Lynn Johnson, que publicaron la sorprendente transformación bajo el título 'Historia de una cara'.