Una nueva conexión ferroviaria entre Hong Kong y continental fue inaugurada este domingo, un proyecto que le cede a Beijing una parte del territorio de la ex colonia británica y es denunciado por sus críticos como un "caballo de Troya" del gigante asiático.

Agentes de seguridad chinos fueron desplegados en un área especial de la nueva estación de West Kowloon, en pleno corazón de Hong Kong. Esta es la primera vez desde la retrocesión de Hong Kong a China, en 1997, que las leyes chinas se aplican en un trozo del territorio semiautónomo.

A pesar de los temores de los opositores al proyecto, centenares de viajeros se hicieron presentes este domingo en la terminal ferroviaria. El primer convoy de alta velocidad con destino a Shenzhen, en el sur de China, partió a las 07:00 a.m. (06:00 p.m. del sábado en Perú).

"El asunto [de los agentes chinos] no me molesta, están ahí sólo para hacer su trabajo, los controles conjuntos están para facilitar las cosas a las personas y acelerar el procedimiento para cruzar la frontera", dijo la AFP un pasajero de 39 años, quien sólo dio su apellido, Chan.

Los pasajeros franquean los sucesivos controles de inmigración y de aduana hongkoneses y chinos, y llegan a la parte de la estación controlada por China. Esto incluye andenes y trenes, aunque West Kowloon se encuentra a kilómetros de distancia de la frontera norte.

La ley fundamental de Hong Kong establece que la legislación china no se aplica al territorio, excepto en ciertos dominios específicos, como el de la defensa.

Según los términos del acuerdo de retrocesión entre Londres y Beijing, Hong Kong goza de libertades desconocidas en el resto de China, entre ellas la libertad de expresión, en virtud del principio "un país, dos sistemas". Pero muchos creen que estas libertades están amenazadas.

Foto: AFP

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