Las protestas que se presentan en la República Democrática del Congo contra la permanencia del presidente Joseph Kabila han teñido de sangre a la ciudad. Este domingo se reportaron ocho personas muertas y decenas de detenciones, según informaron fuentes de la ONU a la AFP.
El balance provisional es de "ocho muertos, siete en Kinshasa y uno en Kananga", así como "82 sacerdotes" detenidos en Kinshasa y "41 en el resto del país".
Según informa la agencia, las autoridades congolesas han utilizado toda su artillería para reprimir las marchas "pacíficas" que fueron convocadas por los católicos.
La iglesia católica desempeñó un importante papel en la apertura democrática del país en los últimos años de la dictadura de Mobutu, derrocado en 1997 por Laurent-Désiré Kabila, padre del actual presidente.
Han sido ellos quienes convocaron marchas contra Joseph Kabila, coincidiendo con el primer aniversario de la firma de un acuerdo que preveía elecciones a finales de 2017 para organizar su salida del poder.
La Constitución prohíbe a Kabila, presidente desde 2001, presentarse a la reelección, pero le autoriza a permanecer en el cargo hasta la elección de su sucesor.