Las autoridades del Ministerio Público de Honduras condenaron a dos pandilleros a 285 años de cárcel por la masacre de siete personas en el año 2014, asociación ilícita y robo.
El Tribunal de Sentencia de Tegucigalpa determinó una pena de 27 años de prisión para Brayan Leonel Ordóñez y Héctor Manuel Pineda, integrantes de la "pandilla 18", por cada uno de los homicidios cometidos hace cuatro años.
Por esta masacre los únicos detenidos y condenados son Ordóñez y Pineda, en cuya condena también se incluye una pena de 69 años de prisión por asesinato en su grado de ejecución de tentativa, 17 por asociación ilícita y 10 por adquisición de vehículo robado.
De acuerdo con las leyes penales de Honduras, los reos pasarán efectivamente un máximo de 30 años en prisión. La matanza fue perpetrada el 9 de agosto de 2014 en un barrio de la capital, Tegucigalpa.
Según las autoridades, los dos pandilleros llegaron a la zona buscando a dos de las víctimas, porque creían que eran integrantes de una pandilla rival.
Dos hermanos y las otras cinco víctimas estaban conversando en las inmediaciones de un negocio de venta de bebidas alcohólicas, cuando los pandilleros les dispararon.
Los fallecidos fueron identificados como los hermanos Héctor David y Maicol Josué Álvarez Pineda; Óscar Sánchez Rodas, Lorenzo Lozano Lara, Fidencio Mejía, Pedro Pastor Andino García y José Alonzo Lezama.
Según investigaciones de las autoridades, ninguna de las víctimas "era integrante de la pandilla Mara Salvatrucha (MS)", añade la información oficial.
Honduras registra una medida de diez asesinatos a diario, según las autoridades locales, que atribuyen buena parte de los índices de criminalidad que afectan al país a las pandillas.
Los pandilleros también son responsables de otros delitos como la extorsión a transportistas y pequeños y medianos empresarios, entre otros sectores, según registros de las autoridades de Honduras.
Con información de EFE