Una joven de 20 años fue condenada a prisión tras su presunta responsabilidad en el homicidio de su propio hijo recién nacido. El hecho ocurrió en Colombia.
Lizeth Paola Eslava Vargas dio a luz a un niño en una finca en Santander, el 27 de abril de 2017. En horas de la madrugada la joven lo habría abandonado en una tina, para después envolverlo en un costal, incinerarlo, y arrojarlo a una cañada.
El trágico suceso fue denunciado por un tío de Lizeth Eslava, único familiar que vivía con ella y quien descubrió el cadáver del niño.
Según medios locales, las autoridades sospecharon de la joven y la detuvieron, pero la dejaron en libertad porque cabía la posibilidad de que el bebé hubiera nacido muerto.
Ahora, pruebas de ADN ratificaron que el bebé era hijo de ella y la necropsia confirmó que nació vivo. Murió como consecuencia de la hipotermia y las quemaduras.
Ya con las pruebas en su contra, Lizeth Eslava se entregó a la Fiscalía Seccional de Bucaramanga el pasado martes, y al día siguiente fue enviada a la cárcel de mujeres del municipio por el delito de homicidio agravado.