Redacción PERÚ21

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Ninguna bala pudo con su corazón. 32 años después de quedar embarazada de un jefe guerrillero de las , la periodista colombiana Olga Cecilia Vega acaba de sorprender con un libro donde cuenta sus tempestuosas relaciones con la guerrilla y el gobierno de

'Pluma bajo fuego' es una novela autobiográfica, que lanzará esta semana en Colombia, donde revela un romance de adolescencia con Iván Ríos, un jefe guerrillero con quien tuvo un hijo a quien nunca le interesó conocer.

Ríos se unió a la guerrilla y luego fue miembro del secretariado de las FARC. A medida que se intensificaba el conflicto, ese hombre de bigote y mirada parca se convirtió en un combatiente sanguinario a quien el Ejército colombiano le atribuyó el ajusticiamiento de más de 200 supuestos infiltrados en las filas rebeldes.

Fue en la cobertura periodística del proceso de paz del gobierno de —que fracasó en 2002—, cuando una reportera de chaleco pesado, jeans y botines lo volvió a ver en la zona de despeje. 

"Iván tenía sus actitudes que eran demasiado fuertes, demasiado sanguinario, quien mandara ajusticiar a alguien es una actitud sanguinaria. Su muerte fue espeluznante", contó ella a Univisión. 

Periodista
Periodista

Iván Ríos se llamaba, en realidad, Manuel Jesús Muñoz Ortiz y fue asesinado en 2008 por su jefe de seguridad, Pedro Pablo Montoya, luego de cobrar una recompensa de millones de dólares que ofrecían los gobiernos de Colombia y de Estados Unidos.

Ese año, mientras veía su cuerpo por televisión, Olga le contó a su hijo que su padre era el guerrillero muerto. "Mi hijo lloró cuando se enteró quién era su padre, hasta el día de hoy no sé si fue por ilusión o por tristeza. Lo único que le heredó fue su cobija y una nota escrita por su puño y letra". 

LOGRABA PRIMICIAS
Gracias a ese acercamiento con el líder guerrillero, la reportera lograba grandes primicias de orden público. Logró, por ejemplo, una entrevista con Raúl Reyes, ex comandante de la guerrilla, cuando él ya no daba ninguna señal de vida a la prensa.

En su libro cuenta, incluso, que Reyes la esperó para celebrar su cumpleaños en medio de la selva. Desde allí enviaba pruebas de supervivencia a su familia: fotografías donde sonreía abrazada con ellos. Olga Vega reconoce que se aprovechó de esa confianza. 

"Aproveché esa amabilidad para mis exclusivas periodísticas. Yo aproveché su calidez para conmigo porque él mismo me entregaba noticias, porque él mismo me abrió las puertas de las FARC para yo poder ingresar a los campamentos y poder obtener información de primera mano. Poder saber en qué estado se encontraban los secuestrados". 

Gran parte de Colombia espera la novela con expectativa, mientras que otro sector critica que haya sobrepasado los límites de la ética periodística.  

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