Según consignan medios europeos, fueron varios los coleccionistas que buscaron este ejemplar durante años.
Si bien habían 1200 de este modelo, todos fueron hechos para competir en circuitos, menos este ejemplar, que está hecho para las calles.
Este coche fue una excepción para el cercano amigo de Enzo Ferrari, Luciano Conti, editor y fundador de la revista Autosprint. Los registros de la época indican que terminó su proceso de fabricación en junio de 1969.