Redacción PERÚ21

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Transcurría una madrugada de abril de 1989 cuando dos niñas y un niño, de 11, 9 y 6 años, respectivamente, fueron apuñalados cruelmente hasta la muerte por su propia madre.  

Este es el caso de la ex reina de belleza, , apodada a partir de entonces como la 'Hiena de Querétaro', a quien los jueces declararon inimputable por sus trastornos mentales al momento de asesinar a sus niños y le impusieron una medida de seguridad enviándola 30 años al área psiquiátrica del penal de Tepepan.

El último miércoles, su historia volvió a la prensa mexicana e internacional pues concluyó la medida de seguridad y salió en libertad, según reportó la Secretaría de Gobernación de México a BBC Mundo.

El Diario de Querétaro, por su parte, informó que al penal de Tepepan se acercó un familiar que recogió a Mijangos y agregó que sería onducida a una clínica psiquiátrica.

EPILEPSIA Y ESQUIZOFRENIA

Psiquiatras que observaron a Claudia Mijangos determinaron que padecía epilepsia en uno de los lóbulos temporales del cerebro, lo que le causaba pérdida de la conciencia del entorno y esquizofrenia. 

Claudia Mijangos Arzac nació en Mazatlán, Sinaola, en 1956. Provenía de una familia de clase alta y debido a su belleza ganó un concurso en su ciudad.

Se había casado Alfredo Castaños, quien además era el padre de sus tres hijos. Parecían una pareja feliz pero la historia al interior de su vivienda era distinta. Antes de los asesinatos, el esposo indicó a la Policía que discutió con Mijangos y que decidió dejarla pese a haberle pedido volver aún sabiendo de su infidelidad conyugal. 

ROMANCE CON UN CURA

Rumores de la época apuntan al fuerte enamoramiento que Claudia Mijangos había experimentado por el padre llamado Ramón, un hombre guapo, de ojos azules y de 1.90 que no le era indiferente y que decidió tener un affaire con ella.

Pero el romance se acabó cuando él se enteró que era casada, que tenía tres hijos y también pesaba el hecho de que él era cura.

Ella jamás entendió la separación y nunca perdió la esperanza de volver con él hasta que empezó a escuchar voces que le decían que sus hijos eran unos demonios que le impedían volver con su amor.

Entonces, decidió matarlos.

Para cuando la Policía de Querétaro llegó a su casa, encontró a los menores en medio de un charco de sangre. Según el parte policial, había alrededor de 10 litros de sangre por toda la vivienda.

Además hallaron tres cuchillos de 40, 33 y 31 centrímetros que utilizó la criminal para matar a sus hijos.

La macabra historia conmocionó Querétaro y hasta se elaboraron especiales televisivos como el documental de Discovery Channel en torno al sonado caso. 

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