Con un espectáculo de fuegos artificiales, la cultura china se despidió del Año del Conejo e inició hoy el Año del Dragón, ocasión que reúne a la mayoría de las familias en la fiesta más celebrada en Oriente.
En los días previos, los chinos siguieron la costumbre de limpiar sus casas de suciedad y "malos espíritus" y decorarlas con adornos alusivos al animal que honrarán durante todo el año, y que en 2012 será el dragón, símbolo de la figura del emperador que inspira mucho respeto a los chinos.
Como cada año, la festividad más importante del mencionado país origina el desplazamiento de cientos de millones de ciudadanos que acostumbran a reunirse con su familia desde el 8 de enero.
La celebración está rodeada de muchos rituales. Durante la cena se consume un banquete de mariscos, jiaozi (raviolis, que representan los buenos deseos), y yuanxiao (bolas dulces de masa de arroz rellenas con ajonjolí, nueces o frejoles, que simbolizan la reunión familiar).
El día del Año Nuevo da comienzo a dos semanas de festejos —la llamada Fiesta de la Primavera—, que terminarán con el Festival de las Linternas, en el que se realizan bailes y espectáculos de faroles.