Como si se tratara de una película de ciencia ficción, la realidad no se escapa de la tecnología. En la capital de Henán y ciudad más grande de China, Zhengzhou, se ha implementado un proyecto que tiene por objetivo capturar a los delincuentes sin la necesidad de hacer una investigación o seguimiento.
¿De qué se trata? La Policía china ha implementado un sistema de gafas que detectan el rostros de cualquier persona que tenga orden de captura o una denuncia pendiente. Estas gafas poseen una pequeña cámara, la cual es capaz de captar todas las caras de los transeúntes y contrastarla en unos segundos con alguna información policial o judicial. Paralelamente, también todo se maneja desde un centro de monitoreo, donde los agentes buscan lugares donde podrían usarse estos dispositivos.
Desde el 1 de febrero de este año, los agentes han detenido con la ayuda de estas gafas -con una estética parecida a las que lanzó Google- a siete personas acusadas de delitos como tráfico de personas o de haberse dado a la fuga después de un atropello.
Zhang Xiaolei, portavoz de la oficina de Seguridad Pública de la ciudad, indicó que este lanzamiento tiene por sustento a la inteligencia artificial. "Solamente se necesita una imagen de la cara de cada persona para empezar la búsqueda, una mejora significativa en comparación con sistemas anteriores que requerían varias fotografías hechas desde ángulos distintos", agregó.
Las autoridades del Gobierno chino indican que este desarrollo se puede utilizar en otros países. "El sistema se conectaría con las decenas de millones de cámaras de circuito cerrado desplegadas por todo el país. Con dispositivos móviles como estas gafas y la tecnología que hay detrás, el control sobre la población podría ser ininterrumpido y ubicuo, alcanzando los pocos sitios que actualmente escapan de las cámaras", comentó.