Un millón de chilenos en histórica marcha. (AP Photo/Rodrigo Abd)
Un millón de chilenos en histórica marcha. (AP Photo/Rodrigo Abd)

Redacción PERÚ21

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Fue una marcha histórica, la más grande que haya tenido desde que cayó en 1990 el dictador Augusto Pinochet. La emblemática plaza Italia de Santiago se convirtió ayer en el corazón de las demandas de más de un millón de chilenos, que reclamaban el fin de la desigualdad, reformas en el sistema económico, mejoras sociales y la renuncia del presidente Sebastián Piñera.

Esta vez no fueron solo los estudiantes. Amas de casa, pensionistas, jóvenes, trabajadores, profesores, artistas, ancianos y familias enteras hicieron vibrar a Chile, en un ambiente festivo que distaba mucho del clima de zozobra que reinó hace una semana, cuando violentos ataques dejaron graves daños al metro y se registraron saqueos en supermercados y comercios.

En la manifestación pacífica, la muchedumbre expresó su frustración por no ser parte de la senda de desarrollo que vivió Chile en los últimos 30 años. Por ello, coreó diversos lemas en contra del Gobierno y cantó a todo pulmón “El baile de los que sobran”, conocido tema de la banda chilena Los Prisioneros, uno de los grandes himnos de la música popular que justamente habla de la exclusión.

Ante la masiva protesta, Piñera aseguró que escuchó el mensaje. “La multitudinaria, alegre y pacífica marcha, donde piden un Chile más justo y solidario, abre grandes caminos de futuro y esperanza. Todos hemos escuchado el mensaje. Todos hemos cambiado”, escribió en Twitter.

DETRÁS DE LA PROTESTA

El analista político chileno José Rodríguez Elizondo, quien vivió en Lima durante la dictadura de Pinochet, explicó a Perú21 que detrás de las protestas está el quiebre entre la ciudadanía y la clase política chilena por la irresponsabilidad de los políticos, que se han transformado en una suerte de clase ensimismada, que no resuelve problemas.

Advirtió que el decaimiento de la clase política podría repercutir en la estabilidad democrática y, en ese sentido, señaló que “los que quieren la renuncia de Piñera son los que están detrás de los actos violentos y han querido catalizar esa situación para interrumpir la democracia chilena”.

Rodríguez Elizondo sostuvo que el Gobierno de Piñera debe abrirse al diálogo y dar señales de que se puede reconstruir la clase política, planteando un cambio de actores: “Los actores políticos están para ser fusibles... es momento de hacer cambios”.

Refirió que en Chile están ganando los que son partidarios de manifestarse pacíficamente. “Eso da optimismo porque sería muy difícil que usufructúen esta manifestación ciudadana para alterar aún más la institucionalidad”.

TENGA EN CUENTA

- La Cámara de Comercio de Santiago calculó pérdidas por más de 1,400 millones de dólares por los saqueos y la destrucción de negocios.

- La violencia dejó en una semana 19 muertos, 600 heridos y 6,000 detenidos.

- Una encuesta de Ipsos reveló que el 67% atribuye como causa principal de las protestas el cansancio ante las condiciones de vida.

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