Chile pondrá en órbita este viernes su primer satélite espacial, adquirido al consorcio francés 2EADS-Astrium, que destinará a labores de defensa y usos civiles, tras dos proyectos fallidos previos.
El satélite, que será lanzado junto a otros cinco en un cohete ruso Soyuz desde la base de Guayana francesa, le permitirá a Chile contar con la más alta tecnología existente para incrementar sus controles fronterizos y marítimos, así como para mejorar el resguardo de desastres naturales y de labores agrícolas, forestales y mineras.
"Es un hito que culmina un proceso de varios años", señaló el ministro de Defensa chileno, Andrés Allamand, desde las dependencias del Centro de Control Júpiter, ubicado en la ciudad de Kurú, desde donde este viernes se lanzará el artefacto.
"Chile, como país que avanza al desarrollo, debe unirse a las naciones que desarrollan capacidades para el aprovechamiento del espacio, como ya lo hacen en otros países de la región", agregó el ministro.
Según Ricardo Israel, analista de defensa, el lanzamiento del satélite, que tiene uso civil y militar, "no altera la balanza estratégica" con respecto a sus países vecinos, especialmente Perú, con el que Chile mantiene un diferendo en la Corte de Justicia de La Haya, y Bolivia, que reivindica una salida al mar perdida en una guerra de fines del siglo XIX.
Para este experto, el satélite puede ser incluso "un instrumento de colaboración", que podría ayudar a las relaciones bilaterales. "La permeabilidad de las fronteras de Chile con Perú y Bolivia se ha convertido en un problema importante para estos países, en cuanto al narcotráfico y el contrabando, y este satélite puede ser una buena herramienta para compartir y combatir la situación", dijo a la agencia AFP.
El costo total del proyecto fue de US$ 72 millones. Sin embargo, el desarrollo espacial chileno fue criticado por el diputado opositor Ricardo Rincón, quien cuestionó la falta de planificación en materia de política espacial y advirtió de problemas de financiamiento para la capacitación de los profesionales que se harán cargo de esta nueva tecnología.