Una madre fue prohibida de amamantar a su hija por un tribunal de Chile y también se le restringieron las visitas, luego de que esta admitiera haber fumado marihuana días antes del parto.
Cinthia Ortiz, poco antes de dar a luz y ya con fuertes contracciones, tuvo que rellenar un cuestionario que le entregó una funcionaria del hospital de la ciudad de Talcahuano (sur de Chile), en el que admitió que había fumado marihuana para aplacar dolores en las manos provocados por el embarazo.
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"Lo que pasa es que en el embarazo me descalcifiqué y me dolían las articulaciones de las manos. Consulté a una naturista y me dijo que fumara marihuana y que no le pasaría nada a la bebé, fumé apenas dos pitadas y el dolor se fue", relató Ortiz este viernes, reportó AFP.
Ortiz insiste en que el consumo se justifica por su naturaleza medicional y que se ha sentido tratada como una delincuente. Aquí sus declaraciones:
"Esto es algo que no se lo doy a ninguna madre. A nadie. Es un dolor muy grande, como si se hubiera muerto un familiar No la puedo amamantar. No la puedo ver. Me hicieron sentir como si hubiese cometido el peor de los errores del mundo, solamente porque consumí algo que me aliviaría el dolor en mis huesos. Fue algo horrible. Desde el primer momento que tuve a mi bebé, me trataron como a una delincuente. Me lo quitaron e hicieron que todo el mundo se enterara de que yo había consumido. Las matronas no tuvieron ninguna privacidad en el sentido de hablarlo solo conmigo o con mi familia, sino que aviva voz gritaban de por qué había consumido, de que eso no se hacía, de que le hacía daño al bebé".
Tras el nacimiento el hospital realizó un examen toxicológico a Ortiz, el cual resultó positivo. Se determinó que su hija quede hospitalizada y ella le prohibió darle de lactar hasta que análisis realizados al bebé indiquen que se encuentra en buen estado de salud.
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"No sé bajo qué criterio le hicieron un test a mi mujer. Ella dio una declaración forzada, porque estaba en el momento de las contracciones", dijo por su parte Christopher Montorfano, pareja y padre del bebé. "Nos han tratado como delincuentes", reclamó.
Un juzgado de Talcahuano determinó que la pequeña permanezca en el hospital y permitir a la madre verla tres veces al día hasta que una audiencia judicial, que se realizará el 3 de diciembre, decida el destino de la niña.