Francia vive desde hace tres semanas protestas convocadas por un movimiento popular autodenominado "chalecos amarillos". (Foto: EFE)
Francia vive desde hace tres semanas protestas convocadas por un movimiento popular autodenominado "chalecos amarillos". (Foto: EFE)

El presidente de Francia, pidió este miércoles a las fuerzas políticas y sindicales lanzar un "llamado a la calma" para desactivar las protestas antigubernamentales que sacuden al país y que se extienden a otros sectores.

El gobierno quiere evitar a toda costa que se repitan las escenas de caos del fin de semana pasado, cuando miles de tomaron el Arco del Triunfo, montaron barricadas en el corazón de París y prendieron fuego a vehículos, ante la mirada incrédula de residentes y turistas.

"El momento que vivimos ya no es el de la oposición política", dijo el portavoz del gobierno, Benjamin Griveaux, citando a Emmanuel Macron, al cierre de una reunión de gabinete en el Palacio del Elíseo.

"El presidente pidió a las fuerzas políticas, sindicales y patronales lanzar un llamado claro y explícito a la calma", agregó el vocero.

Francia vive desde hace tres semanas protestas convocadas por un movimiento popular autodenominado "chalecos amarillos", que empezó como una protesta contra el alza del impuesto a los combustibles y ahora refleja una exasperación social más amplia.

Las protestas comenzaban a extenderse a otros sectores. Varios colegios de secundaria estaban bloqueados el miércoles, por tercer día consecutivo de una movilización en contra de la reforma educativa del gobierno, y los sindicatos estudiantiles llamaron a intensificar las huelgas el jueves.

Los agricultores se sumaron también al desconecto social. El principal sindicato agrícola del país anunció una serie de huelgas la próxima semana en todo el territorio.

Fuente: AFP