Un profesor de 47 años decapitado por un extremista, dentro de un colegio, tras haber dado una clase sobre libertad de expresión trajo a la mente otros violentos episodios que han golpeado a la sociedad gala en los últimos 6 años. (Foto: Bertrand Guay / AFP)
Un profesor de 47 años decapitado por un extremista, dentro de un colegio, tras haber dado una clase sobre libertad de expresión trajo a la mente otros violentos episodios que han golpeado a la sociedad gala en los últimos 6 años. (Foto: Bertrand Guay / AFP)

El profesor de secundaria , Samuel Paty, fue asesinado el último viernes al interior de su salón de clases por Abdoullakh Abouyezidovitch, un migrante checheno de 18 años y musulmán, motivado por la campaña iniciada en contra del docente luego de que este diera una clase de “libertad de expresión” en la que mostraba controvertidas caricaturas de Mahoma.

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Según los presentes, en aquella clase el maestro invitó a los alumnos musulmanes a retirarse del aula si lo deseaban. Tras la lección, los padres de algunos alumnos comenzaron a difundir videos por redes sociales denunciando que Paty había “disciplinado” a sus hijos “para expresar su disgusto por Mahoma”, mientras que otros lo llamaban “matón”.

Tras una reunión entre Paty y algunos de los padres, muchos asistentes acordaron en que esta había salido “bien” y que no había necesidad de tanta “agitación en redes sociales”.

Esto no impidió, sin embargo, que Abouyezidovitch asesinara al maestro el viernes 16 de octubre y publicara en Twitter una foto de la cabeza de su víctima acompañada del texto: “He ejecutado a uno de tus perros del infierno que han osado degradar a Muhammad”. Los testigos afirman que antes del asesinato, el joven gritó “Allahu Akbar”, que significa “Dios es el más grande”.

El violento caso ha encendido las alarmas en una sociedad que durante los últimos años ha sufrido diversos ataques de extremistas religiosos, identificados en su mayoría como miembros del Estado Islámico.

  • Charlie Hebdo (7 de enero del 2015)

Vestidos completamente de negro, protegidos por chalecos antibalas y portando fusiles, subfusiles, escopetas y otras armas. Así ingresaron los hermanos Chérif y Saïd Kourachi a las instalaciones del semanario satírico Charlie Hebdo el 7 de enero del 2015.

Identificados posteriormente como yihadistas de la organización terrorista Estado Islámico, ambos jóvenes desataron una masacre en las oficinas del semanario, hiriendo a 11 personas y matando a otras 12, entre las que se encontraban miembros de la revista, un oficial de policía y ‘Charb’, el polémico editor de la publicación.

Las sátiras a Mahoma y al Islam publicadas en la revista fueron el móvil detrás del atentado. Cabe resaltar que el Charlie Hebdo se ha caracterizado por sus ácidas caricaturas de las que no se han librado el catolicismo, judaísmo y otras religiones.

  • El ataque al Bataclán (13 de noviembre del 2015)

El 13 de noviembre, tan solo diez meses después del ataque al Charlie Hebdo, otra célula terrorista volvió a sembrar el terror en París. Una serie de tiroteos se desataron en diferentes puntos de la capital francesa.

La transmisión televisiva del partido entre las selecciones de Francia y Alemania pudo registrar las primeras tres explosiones de la noche, todas cerca al Stade de France donde se disputaba el partido, en la comuna de Saint-Denis. Minutos más tarde un tiroteo se desató en el teatro Bataclán, al sur de la capital francesa. En paralelo, las autoridades respondían a los llamados de emergencia por otras balaceras en otros cuatro puntos de la capital.

El saldo de aquella noche de terror fueron 130 muertos y 450 heridos, convirtiendo esta serie de ataques terroristas en una de las peores masacres desde la Segunda Guerra Mundial.

  • Tragedia en Niza (14 de julio del 2016)

Las celebraciones por el día nacional de la Toma de la Bastilla habían llevado a que más de 30 mil personas se congreguen en el malecón de Niza la noche del 14 de julio del 2016. De un momento a otro, los fuegos artificiales fueron reemplazados por gritos de terror cuando un camión descontrolado invadió la vereda y comenzó a arrollar a quienes se cruzaban en su camino.

A bordo del vehículo de 19 toneladas iba el tunecino Mohamed Lahouaiej Bouhlel, un chofer y repartidor de 31 años, divorciado y padre de tres hijos con antecedentes por delitos menores de violencia y robo. El atacante continuó con la embestida mortal por varias cuadras, hasta que la policía logró abatirlo.

El atentado en el que murieron 86 personas y otras 430 resultaron heridas. Dos días más tarde, el Estado Islámico reconoció que Lahouaiej era uno de sus seguidores y que había perpetrado la masacre en respuesta al llamado de la organización terrorista para atacar a los países que conformaban la coalición internacional que los combatía en Siria e Irak.

  • Atentado en la estación de tren de Marsella (1 de octubre del 2017)

Al grito de “Allahu Akbar”, un musulmán de 29 años comenzó un violento ataque dentro de la estación de trenes Saint-Charles de Marsella el 1 de octubre del 2017. Eran cerca de la 1:45 p.m. cuando el agresor sacó un cuchillo de carnicero y apuñaló en repetidas ocasiones a una mujer, para luego arremeter contra otra víctima.

Tras perpetrar ambos asesinatos, el extremista identificado como Ahmed Hanachi y de nacionalidad tunecina, fue abatido por un militar francés que también se encontraba en el lugar. El Estado Islámico reivindicó el ataque.

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