La Casa Blanca criticó abiertamente al presidente electo, Donald Trump, y aseguró que la relación de Estados Unidos con Taiwán no puede reducirse a "una moneda de cambio".
Agregó que el presidente Barack Obama continúa "firmemente comprometido" con la política de "una sola China", cuya continuidad ha puesto en duda su sucesor, Donald Trump.
Recordemos: Trump en declaraciones a la red de televisión FoxNews sugirió que Washington debería abandonar la política de "una sola China" a menos que Pekín acepte renegociar los términos de la relación bilateral. Estas fueron sus palabras:
"[No sé] por qué tenemos que estar ligados a una política de una China única, a menos que podamos conseguir un nuevo acuerdo con China para obtener otras cosas, incluyendo cuestiones comerciales".
Por esta razón, el vocero presidencial Josh Earnest, dijo que Taiwán no puede ser vista como una "palanca" para hacer presión sobre Pekín. Hace dos semanas Trump rompió una tradición de décadas al atender una llamada telefónica de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, un gesto que desató la furia de la cancillería china.
De acuerdo con reportes de la prensa local, el contacto telefónico con la dirigente taiwanesa había sido cuidadosamente planificado por el equipo de Trump precisamente para enviar una señal a Pekín.