Redacción PERÚ21

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Los candidatos  la presidencia de realizan sus últimas actividades en busca de los votos del electorado: el ultraderechista a través de Internet, y su rival de izquierda, , en la favela.

Los brasileños se dividen por un lado entre Haddad, el delfín del encarcelado ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que promete regresarlos a los años dorados de bonanza económica comandados por el Partido de los Trabajadores (PT); y por otro un ex capitán del Ejército nostálgico de la dictadura, partidario de liberar el porte de armas, que afirma poder "limpiar" a Brasil de la corrupción, la inseguridad y el "comunismo".

La última encuesta de Datafolha muestra a Bolsonaro con el 56% de las intenciones de voto, contra 44% de Haddad.

Pese a ello, entre los militantes de Haddad, el clima es de que todavía es posible una virada. "Ya viramos, vamos a ganar, la democracia va a ganar, no el militarismo. La dictadura de nuevo, no. Brasil no precisa armas, sino proyectos sociales", dijo a la AFP Emerson Santana, 44, que participaba emocionado de un acto de Haddad en Heliópolis, la mayor favela de Sao Paulo.

Haddad, de 55 años, fue designado candidato en setiembre, en reemplazo de Lula, que purga desde abril una pena de 12 años de cárcel por corrupción, en el marco de la operación 'Lava Jato' que golpeó de lleno a grandes figuras del PT y sus aliados.

El despegue de Haddad se dio sobre la base de millones de brasileños que se beneficiaron de las políticas de inclusión social de Lula. Pero hasta ahora no consiguió más que el "apoyo crítico" de los principales dirigentes de centroizquierda, que reprochan al PT sus tejes y manejes político-financieros durante sus años en el poder y su falta de autocrítica.

Este sábado, el popular ex presidente de la corte suprema Joaquim Barbosa, que estuvo a cargo del caso contra el primer gran escándalo de corrupción del PT, en 2005, conocido como "mensalao", le declaró su voto.

"Por primera vez en 32 años de ejercicio directo del voto, un candidato me inspira miedo. Por eso, votaré a Fernando Haddad", tuiteó Barbosa, que a principios de este año estuvo a punto de postularse como candidato por la centro-izquierda.

Bolsonaro en las redes

Bolsonaro, por su lado, manejaba las últimas acciones de su campaña desde su casa, en Río de Janeiro, como es usual desde que fue apuñalado en un mitin de campaña el 6 de setiembre y debió someterse a un proceso de recuperación tras dos cirugías.

"Falta poco para que conquistemos nuestra nueva independencia, el primer paso rumbo al país de la justicia, del empleo, de la seguridad y de la libertad", publicó la noche del viernes en su cuenta de Twitter, en la que pidió a sus militantes que continúen trabajando para convencer a los indecisos.

Bolsonaro logró arremolinar a sus millones de seguidores virtuales y colocar el hashtag #MudaBrasil17 (cambia Brasil y 17, su número en la urna de votación) como el asunto más comentado en Twitter a nivel mundial este sábado.

Destacado más por su retórica exaltada, Bolsonaro ha intentado moderar el tono en las últimas horas, procurando alejar el temor de que su gobierno, que tendrá la presencia destacada de militares, podría significar un regreso a los años sombríos de la dictadura (1964-1985).

"La forma en que cambiaremos Brasil será a través de la defensa de las leyes y la obediencia a la Constitución", afirmó el sábado por la mañana.

(Con información de AFP)