El senado de Canadá confirmó este martes la legalización del cannabis —un día después de que fue aprobada por la cámara baja— y abrió el camino para su libre producción y consumo desde septiembre.
Tras el voto del senado, la ley deberá ser homologada por el gobernador general, que representa a la reina Isabel, pero ese paso no es más que una formalidad.
De esta manera, Canadá puso fin a la prohibición que pesaba sobre el cannabis desde el año 1923. Su uso medicinal ya estaba permitido desde 2001.
Este país es el primero del Grupo de los Siete (G-7) en autorizar el libre consumo y producción; cinco años después que Uruguay se convirtiera en el primer país del mundo en dar ese paso.
La legalización del cannabis fue una promesa de campaña de 2015 del primer ministro Justin Trudeau, quien admitió haber fumado "cinco o seis veces" un cigarrillo de marihuana con amigos, incluso tras haber sido electo parlamentario hace una década.
"En tres años, podremos revisar lo que funciona, y lo que no funciona en la ley", dijo Trudeau.