Redacción PERÚ21

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La tarde del domingo 17 de noviembre de 1991, Estella Medina cambió el pañal de su hija Consuelo Verdugo, de 21 meses de edad, y se fue al trabajo. Su pareja, Vicente Benavides Figueroa, quedó al cargo de la bebé y de su hermana, Christina, de nueve años, en el condado de Delano, en , informó Telemundo. 

Apenas 40 minutos después, la mujer recibió una llamada de  su hija mayor, diciendo que la bebé estaba pálida y apenas respiraba. Según contó la menor, Vicente Benavides le pidió que se llevara a su hermanita, pero la niña se negó y corrió hacia la puerta, y —supuestamente— la bebita la siguió y se golpeó con la puerta sin que nadie se diera cuenta.

El cuerpo de la menor de 21 meses, según los reportes de ese día, presentó varios moretones, golpes y heridas en la parte baja. Inmediatamente, la Policía intervino al hombre y la esposa trató de recopilar todas las pruebas para que se decida la pena más ejemplar para Benavides. 

Todo lo presentando por Estella Medina, trajo consigo que su esposo fuese condenado a muerte por violar, sodomizar y asesinar a la bebé. Sin embargo, esta sentencia se dio dos años después de ocurrido el hecho.

La condena nunca llegó a ejecutarse y se desconocen los motivos. Ahora que ya pasaron más de 26 años, este lunes, la Corte Suprema del condado de Delano anuló la sentencia, debido a que los médicos que testificaron que la menor había sido víctima de abuso sexual, afirmaron que nada de ello fue así, además denunciaron que no se les facilitó la información necesaria para realizar su primer análisis.

Los últimos reportes médicos indicaron que habían algunos moretones pero nunca existieron heridas en la parte baja de la bebé. Según los peritos forenses, los moretones fueron intentos desesperados por reanimar a la pequeña.