Erik y Lyle Menendez conmocionaron a todo Estados Unidos por perpetrar un macabro asesinato a fines de la década de los 80's. Los dos hermanos recibieron cadena perpetua en 1989 por asesinar a sus propios padres con la finalidad de heredar su fortuna de US$14 millones.
Terry Thornton, del Departamento de Corrección y Rehabilitación de California, informó a AFP que Erik Ménendez (47 años) fue transferido a la sección del penal Richard J. Donovan, en Otay Mesa, el pasado miércoles. En este lugar se encuentra su hermano mayor (50 años).
"No podemos confirmar si hubo una 'reunión'", señaló Thornton. Erik era recluso de este penal desde 2013, mientras que Lyle llegó en febrero de este año. Ninguno podía tener contacto con el otro al estar situados en pabellones distintos. Pero ahora pueden comer juntos y compartir momentos de recreación.
La última vez que los hermanos se vieron fue en 1996 cuando se los llevaron a prisiones diferentes, pese a que Lyle solicitó estar junto a Erik en la misma unidad, según CNN. Fuentes de la familia revelaron a ABC que los Menendez "rompieron en llanto inmediatamente" en su reencuentro.
Erik y Lyle fueron conocidos en su país por matar a balazos a sus padres en su mansión de Beverly Hills mientras veían televisión. Ellos alegan que fue en represalia por los constantes abusos sexuales de los que fueron víctimas.
A lo largo de estos 20 años separados, los hermanos no pudieron tener ningún tipo de contacto, ni llamadas ni cartas. El caso impactó tanto que fue interpretado en la televisión en la miniserie Law & Order True Crime, con Edie Falco.