Engañó a todos. Sal y galletas en el cinturón de un hombre fueron suficientes para hacer que las autoridades acordonaran este martes todo un centro comercial de Bruselas, en un panorama de amenazas terroristas por parte de yihadistas.
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No se ha difundido la identidad del sujeto de 26 años, pero de acuerdo con la Fiscalía de Bruselas, era "conocido por la justicia por diversos hechos, inclusive algunos ligados a problemas psiquiátricos".
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El sospechoso contactó a la Policía por la mañana, alegando que había sido secuestrado y liberado en ese lugar "con un cinturón de explosivos que tenía que ser accionado a distancia por una tercera persona".
Sin embargo, al ser detenido, el servicio de expertos en material explosivo se dio con la sorpresa de un cinturón "que contenía sal y galletas".
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El primer ministro de *Bruselas, *Charles Michel, refirió luego que "los servicios de seguridad siguen en alerta", cita AFP .
De acuerdo con la Fiscalía, el sujeto ahora está siendo investigado a fondo para determinar si tiene alguna relación con "hechos de terrorismo".
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Por su parte, el alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, refirió: "Tal vez se trata de una provocación, pero la puesta en escena incluía un cinturón de explosivos, lo que toca al terrorismo".
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