Decenas de personas protestaron por tercer día consecutivo contra la tragedia minera que acabó con la vida de al menos 110 personas hace una semana, después de que una de las presas del gigante minero Vale se rompiera en .

Una semana después de lo que ya es considerada una de las mayores tragedias ambientales del país, los brasileños realizaron protestas contra Vale, dueña de la represa que colapsó.

Los brasileños clamaron por justicia para las víctimas en la ciudad de Belo Horizonte, capital regional del estado de Minas Gerais, unos 60 kilómetros de distancia del punto de la tragedia.

Entre lágrimas e indignación, los manifestantes tiñeron de negro las escaleras y la fachada de la sede de la minera y pidieron el fin "de los beneficios asesinos".

Algunos sostenían pancartas que tenían escrito el nombre de varios de los 110 fallecidos, mientras otros simulaban, tendidos en el suelo, el momento de las muertes.

Los manifestantes también realizaron una vigilia en homenaje a las víctimas, encendieron velas y depositaron flores y mensajes de solidaridad en la acera.

De acuerdo con el último balance divulgado por las autoridades brasileñas, el número de muertos por la catástrofe llegó este jueves a 110, mientras los servicios de búsqueda y rescate siguen con las labores para intentar localizar a 238 desaparecidos.

El río de lodo y residuos que sepultó gran parte de la ciudad de Brumadinho, de unos 34.000 habitantes, igualmente destruyó unas 270 hectáreas de tierras y dejó al menos 108 personas sin hogar.

Siete días después de la tragedia, parientes, amigos y personas solidarias con las víctimas se reunieron en una misa en una iglesia de la localidad, en una ceremonia marcada por palabras de aliento, pero también por el silencio y dolor de los asistentes.

Muchas personas no lograron entrar al interior de la iglesia, por lo que se concentraron en las inmediaciones del local para prestar su solidaridad y apoyo a las familias de las víctimas y desaparecidos.

Fuente: EFE

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