En una ceremonia encabezada por el presidente interino de Brasil, Michel Temer, el nuevo presidente de la estatal Petrobras, Pedro Parente, prestó juramento a su cargo y declaró que dará fin a la interferencia política en la compañía controlada por el Estado. Asimismo, prometió restaurar la estabilidad financiera requerida por la endeudada entidad.
Asimismo Parente anunció que Petrobras venderá activos para reducir su deuda y que no se apoyaría en un rescate financiero que provenga del Gobierno.
Señaló además que los precios de los combustibles se decidirán según a los intereses de la estatal y no a las prioridades del Gobierno. "No habrá interferencias. Eso se ha terminado", declaró.
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TEMER PIDE CONFIANZAEn su discurso, Michel Temer, aludió a la suspendida presidenta Dilma Rousseff, y declaró que asumió el Gobierno "en medio de una gran conjugación de problemas ocasionado por errores que comprometieron la gobernabilidad y la calidad de vida de nuestra gente".
"Hoy tenemos más de 11 millones de desempleados, la inflación bajo vigilancia, un déficit que en realidad llega a 42,220 millones de dólares y ese es el escenario en que asumimos el Gobierno", manifestó.
El presidente interino reafirmó que, pese a esta situación, tiene "la más absoluta convicción de que es posible revertir ese escenario y retomar la confianza y el crecimiento", aunque advirtió de que eso no será posible sin "sacrificios", en los cuales no ahondó.
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Temer destacó su decisión de reducir de 31 ministerios a solo 24, la aprobación de una nueva meta de déficit fiscal que calificó de "realista" y la propuesta de establecer un techo constitucional para el gasto público.