La nueva fiscal general de Brasil, Raquel Dodge, manifestó estar "comprometida" con la investigación del caso Lava Jato que ha revelado una red de corrupción que vincula a decenas de políticos locales, entre ellos el presidente Michel Temer. En su primera rueda de prensa, Dodge declinó hacer comentarios sobre los cargos presentados contra Temer por su predecesor, Rodrigo Janot, pero precisó que no los retiraría.
Cabe recordar que el ex fiscal general Janot acusó a Michel Temer por obstrucción a la justicia y de ser parte de una organización criminal pocos días antes de abandonar su puesto en base a los testimonios de los dueños de la empresa de carnes JBS. El magistrado, sin embargo, tuvo que revocar los acuerdos con los ejecutivos de JBS luego de que se conociera evidencia de que cometieron delitos e incumplieron disposiciones del pacto. Dodge explicó a periodistas, sin embargo, que revocar los acuerdos de delación compensada no borra la evidencia provista por los mismos.
La cámara baja del Congreso, que tiene la autoridad para decidir si un presidente debe ser sometido a juicio, inició este martes el debate por los nuevos cargos presentados contra Michel Temer y se espera que los bloquee, tal como lo hizo el mes pasado con una acusación previa de sobornos presentada contra el mandatario por presuntamente aceptar pagos de JBS.
Dodge indicó que el Supremo Tribunal Federal debe decidir si la policía también puede negociar acuerdos de delación compensada con criminales, una facultad limitada exclusivamente a fiscales, quienes se han opuesto a compartir la función con las fuerzas de seguridad.
Los acuerdos de delación compensada han sido claves para descubrir una enorme red de sobornos y pagos a políticos en el mayor escándalo de corrupción de Brasil. "Estoy segura de que el Supremo Tribunal Federal entregará un fallo que convertirá esto en una herramienta valiosa", expresó Dodge quien fue elegida en el cargo por el presidente Michel Temer.