Lo respaldan. En medio de cánticos, gritos y carteles, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva ofició un mensaje frente a una multitud que lo acompañó a su llegada al sindicato de metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, Gran San Pablo.
El ex mandatario anunció que acatará el pedido de prisión y que no perdonará al juez Sérgio Moro por haber "acuñado ante la sociedad y los grandes medios de comunicación", la idea de que es un ladrón.
Lula, de 72 años, se dirigió a la multitud que clamaba "¡No te entregues! ¡No te entregues!", al final de una misa frente al Sindicato, en las afueras de Sao Paulo.
"Voy a cumplir la orden de cárcel (...) y cada uno de ustedes se transformará en un Lula", afirmó en medio de un clamor unánime.
Su condena —afirmó finalmente— obedece al propósito de evitar el regreso de la izquierda al poder en las elecciones de octubre, en las cuales es favorito en los sondeos.