El ex mandatario, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, reiteró que está dispuesto a hacer oposición al presidente electo Jair Bolsonaro. (Foto: AFP).
El ex mandatario, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, reiteró que está dispuesto a hacer oposición al presidente electo Jair Bolsonaro. (Foto: AFP).

Sao Paulo. El ex presidente de Brasil , preso por corrupción desde el mes de abril, afirmó en un mensaje publicado a través de sus redes sociales que no se considera un preso, sino un "rehén".

"Yo no estoy preso, yo soy un rehén. Quien no entiende eso todavía no entiende lo que está pasando conmigo", afirmó , a través de un recado que fue publicado por su asesoría en Twitter justo un día después del intento frustrado de dejar la cárcel.

La puerta de la celda en que Lula está recluido desde el pasado abril estuvo cerca de abrirse el miércoles cuando el magistrado del Tribunal Supremo, Marco Aurelio Mello, dictó una polémica cautelar que ordenaba excarcelar a los presos con condena en segunda instancia, como es su caso.

La decisión, sin embargo, fue anulada horas después por el presidente de ese tribunal, Jose Antonio Dias Tóffoli, quien atendió un pedido de la Fiscalía General.

El ex mandatario, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, reiteró que está dispuesto a hacer oposición al presidente electo Jair Bolsonaro, quien elogió la decisión de anular la cautelar que podría liberarlo.

"Si hay alguien dispuesto a hacer oposición en este país soy yo", agregó el antiguo dirigente sindical, quien se considera víctima de una persecución política y judicial.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT) cumple una pena de doce años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, después de que la justicia diera por comprobado que recibió un apartamento en el litoral de Sao Paulo a cambio de beneficios otorgados a la constructora OAS.

La defensa de Lula ha intentado en reiteradas ocasiones sin éxito su libertad y este miércoles estuvo cerca de conseguirlo después de una solicitud presentando por el Partido Comunista do Brasil, un histórico aliado del ex presidente más carismático del país suramericano.

Tras la decisión del presidente del Supremo, la cúpula del Partido de los Trabajadores se trasladó hasta la ciudad Curitiba, donde Lula se encuentra preso desde hace ocho meses, para arropar a su máximo líder y defender su libertad.

"No quieren soltar a Lula porque tienen miedo de verlo suelto", manifestó la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, quien reiteró su temor por "la integridad física" del ex presidente. 

Fuente: EFE

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