BRASILIA (AFP).– La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, renovó su confianza en la jefa de Petrobras, Graça Foster, pero adelantó que realizará cambios en la administración de la empresa, envuelta en un gran escándalo de corrupción.
"Graça es ética. Me dijo que, si toda esta situación perjudicaba al gobierno o a Petrobras, ella colocaba su cargo a disposición. Le dije que no era necesario", contó Rousseff, quien hizo una cerrada defensa de Foster e insistió en que no hay pruebas formales contra ella y que nada le impide liderar los cambios y las investigaciones en la empresa.
El domingo, una ex gerenta de Petrobras dijo que ella informó personalmente a Foster sobre las irregularidades de la firma.