Redacción PERÚ21

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Antes de ser hallado decapitado y con los genitales extirpados, Daniel Correa, futbolista que pertenecía al Sao Paulo de , participó de una fiesta, evento donde se desencadenó una serie de sucesos que terminaron acabando con la vida del deportista. 

Según los primeros informes de diversos medios brasileños, el empresario Edison Brittes, padre de la anfitriona de la reunión, habría sido quien asesinó y torturó a Correa.

A través de una grabación difundida en redes sociales, el hombre, principal sospechoso del homicido, confesó que encontró al futbolista intentando violar a su esposa Cristiana Brittes.

"Cuando quise abrir la puerta, estaba cerrada. Yo derrumbé la puerta de mi cuarto y cuando abro, él estaba encima de mi esposa y ella gritando y pidiendo socorro", señaló el empresario. 

"Lo que hice fue lo que habría hecho cualquier hombre, porque la mujer que estaba allí no era mi esposa, eran todas las mujeres de Brasil. En ese momento era mi esposa, con la que llevo 20 años casado", agregó. 

De acuerdo a los indicios de las autoridades, Edison Brittes le habría propinado una paliza a Correa antes de introducirlo en el maletero de un coche para llevarlo hasta el lugar donde fue culminado el crimen.

"Quiero que penséis qué haríais para mantener la integridad moral de vuestra familia y ayudar a una mujer pequeña y frágil"

La Policía ha detenido a Edison Brittes Júnior, a su esposa Cristiana y a su hija Allana, mientras realizan las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos del caso. 

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