La Policía de Brasil informó este viernes que logró capturar a un segundo sospechoso involucrado en el descuartizamiento de cuatro miembros de una familia brasileña en España.
Como se recuerda, el crimen ocurrió el pasado 17 de agosto en una vivienda de la localidad de Pioz, provincia de Guadalajara, a 60 kilómetros de Madrid. Sin embargo, el hallazgo de los cadáveres recién se produjo un mes después luego de que los vecinos alertaran a los oficiales que un olor fétido emanaba de aquel inmueble.
La identidad de este segundo sospechoso —quien fue detenido en el estado de Paraíba (uno de los 26 que conforman Brasil)— no fue revelada por la Policía por razones que no se detallaron. Inclusive, según consigna la agencia EFE, fue presentado a la prensa de espaldas.
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La primera información que se brindó es que el capturado conversó con el brasileño Patrick Nogueira Gouveia —asesino confeso del crimen— cuando este trataba de ocultar las partes cercenadas de los cadáveres.
"Durante la ejecución del crimen, Patrick conversaba por WhatsApp en tiempo real con el sospechoso arrestado en Paraíba. Patrick preguntaba cómo actuar, cómo podía ocultar los cuerpos, qué hacer", afirmó el comisario Reinaldo Nóbrega en conferencia de prensa a los medios locales.
Por último, Nóbrega añadió que Patrick se tomó unas fotos al lado de los cadáveres y estas fotografías se las envió al sospechoso capturado de este viernes.
Marcos Campos Nogueira, Janaína Santos Américo y sus dos hijos, de uno y cuatro años de edad, fueron las personas que fueron ejecutadas por Patrick Nogueira Gouveia. Este último tiene 20 años de edad y es el sobrino del padre asesinado.
Según la agencia EFE, el joven se entregó voluntariamente a las autoridades brasileñas luego de que los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de España llegaran hasta Brasil para interrogar a sus familiares que viven este país.