Otro caso brutal caso de ajusticiamiento popular ocurrió en Bolivia. Dos brasileños acusados de asesinar a tres personas en un bar fueron quemados vivos por enardecidos pobladores que asaltaron la comisaría en la que estaban detenidos en San Matías, al este de La Paz.
Los dos fallecidos ayer fueron identificados como Rafael Dias, de 27 años, y Jefferson Castro Lima, de 22. Ambos fueron detenidos por la Policía tras ser acusados de matar el último lunes a tres bolivianos y herir a otras dos personas de varios disparos.
Los habitantes de San Matías, un poblado en el límite fronterizo con Brasil, decidieron sin embargo hacer justicia con sus propias manos prendiendo fuego al recinto policial y quemando vivos a los dos detenidos.
"Los dos brasileños fueron rociados con gasolina y luego ardieron hasta morir. La gente estaba enloquecida porque tomaron la comisaría, lincharon y quemaron a los dos presuntos asesinos de tres bolivianos por una discusión en una noche de copas", relató un periodista de la cadena radial Erbol.
El mayor Edwin Rojas, jefe policial de San Matías, informó que el móvil del primer crimen fue que los brasileños reclamaban a sus víctimas un dinero "por motocicletas robadas en Brasil para ser vendidas en Bolivia".
Armados con palos y fierros y con el respaldo de los pobladores de San Matías, los familiares de las tres víctimas tomaron el control del recinto policial custodiado por diez efectivos. Luego sacaron a los brasileños para prenderles fuego, según diferentes testimonios.