Bolivia planteó a Chile retomar una agenda bilateral de trece puntos acordada en 2006 pero que está estancada desde 2011 ante la falta de resultados, según las autoridades bolivianas, informó el vicecanciller Juan Carlos Alurralde.
"Hemos invitado a Chile a que se restablezca un mecanismo de consultas políticas para tratar la agenda de los trece puntos" mediante una "nota verbal", dijo Alurralde en una declaración al diario La Razón.
En la misma comunicación, la Cancillería reafirmó que Bolivia ejerce soberanía sobre las aguas de unos manantiales (del Silala) –donde el sábado iniciará una pequeña obra para un criadero piscícola– que discurren a través de canales artificiales a la región norte de Chile.
"El flujo que ocurre en esa región es producto de manantiales que por obras civiles de infraestructura y por el amparo de una concesión escurren hacia Chile", a título gratuito desde hace un siglo, recordó Alurralde.
La gobernación de Potosí, en cuya jurisdicción están los manantiales, planean construir cuatro piscinas de 4×10 metros cada una para el criadero de peces y otros pequeños proyectos de envasado de agua y de hidroelectricidad.
"No olviden que el tema número 7 (de la agenda de 13 puntos) era exactamente el tema del Silala; entonces si Chile tiene preocupaciones sobre este tema, la mejor manera es sentanrnos nuevamente a una mesa", razonó Alurralde.
La Paz y Santiago firmaron en junio de 2006 una agenda de 13 puntos, sobre temas políticos, económicos, comerciales, drogas y otros, el que incluye la centenaria demanda boliviana por una salida soberana al mar, la que perdió en una guerra en 1879.
Chile debía citar a una decisiva reunión en 2010 para ofrecer una respuesta al respecto, pero como no lo hizo, el presidente Morales anunció en marzo de 2011 que recurrirá con el tema a organismos internacionales, lo cual todavía no aconteció.
La última reunión entre los cancilleres David Choquehuanca y su par chileno, Alfredo Moreno, se realizó el 7 de febrero de 2011 en La Paz, cuando ambos manifestaron su interés de continuar en la ruta de las conversaciones, pero las relaciones nuevamente cayeron en el abandono.
Santiago respondió varias veces en los últimos meses que no puede haber diálogo sobre un tema, como el marítimo, cuando el asunto es judicializado en el ámbito internacional, mientras La Paz insiste en que el diálogo y el litigio no son excluyentes.