El presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestó que el rechazo de Chile a sus acusaciones sobre la existencia de una base militar en la frontera entre ambos países y cerca del río Silala (motivo de controversia entre las naciones) es contradictorio. Morales calificó así las respuestas dadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile y el ministro de Defensa de ese país, José Antonio Gómez.
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La Cancillería chilena negó la existencia de una instalación castrense y precisó que lo que existe es una "intensificación de patrullaje militar" para combatir varios tipos de delitos provenientes de Bolivia. Por su parte, el titular de Defensa declaró que dicha unidad será "equipada con dispositivos de alta seguridad, incluyendo defensa antiaérea".
Estas declaraciones fueron criticadas por Morales, indicando que no se podía justificar el combate del contrabando y otros delitos "con misiles y tanques". Además, volvió a calificar el hecho como una "amenaza y una agresión".
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REPRESALIA A LA DEMANDAReymi Ferreira, titular de la cartera de Defensa de Bolivia, manifestó que la instalación de la base militar chilena "tiene una relación directa con el anuncio boliviano de reivindicar las aguas del Silala" ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Ferreira agregó que la supuesta unidad castrense cuenta con "material bélico de alto potencial, con lanzamisiles, equipos de contacto satelital y unidades de transporte".
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