Bobi, el can que ostentaba el título Guinness como el perro más viejo del mundo, perdió su récord luego de una revisión por parte de las autoridades del Guinness World Records. La decisión se tomó tras considerar que no existen pruebas suficientes para confirmar su edad declarada de 31 años en el momento de su fallecimiento en octubre de 2023.
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La investigación se inició después de que expertos veterinarios expresaran dudas sobre la veracidad de la edad de Bobi, señalando que, biológicamente, era imposible para un perro vivir más de 200 años humanos.
Además, se cuestionó la fiabilidad de la información proporcionada por el gobierno portugués, basada únicamente en las declaraciones del dueño de la mascota.
Mark McKinley, director de registros del GWR, explicó que siempre solicitan evidencia sólida para respaldar los récords. Sin embargo, en el caso de Bobi, la información obtenida del chip de identificación y la base de datos del gobierno portugués no fueron suficientes para confirmar su edad.
Ante la falta de evidencia concluyente, las autoridades del GWR se vieron obligadas a retirar el título de Bobi como el perro más viejo del mundo y aseguraron que el propietario fue informado sobre los resultados de la revisión.
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