Tres policías murieron baleados este domingo en la ciudad de Baton Rouge (Luisiana), Estados Unidos, donde la muerte de un joven negro a principios de julio a manos de la policía provocó una ola de indignación y protestas.
Esta es uno de los videos de la balacera que publicó un testigo en su cuenta de Twitter.
Don Coppola, portavoz de la Policía, dijo a la televisión local WAFB, que, además, "varios agentes fueron alcanzados por balas". Hasta el momento, no se conocen las circunstancias del tiroteo.
Otros agentes heridos fueron trasladados al hospital y "están en condiciones extremadamente malas", según indicó el canal sobre los policías baleados.
Uno de los atacantes murió mientras que otros dos "estarían en fuga", según indicó la oficina del sherif en un comunicado.
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El alcalde presidente del distrito Este de Baton Rouge, Keep Holden, declaró a CNN que "la escena del crimen sigue activa".
Quien también se pronunció fue el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, mediante un comunicado que publicó en su cuenta de Twitter:
"Este es un ataque abominable e injustificado contra todos nosotros en un tiempo en el que necesitamos unidad y conciliación. Estén seguros que todos los recursos disponibles en el estado de Luisiana serán utilizados para que los atacantes sean rápidamente llevados a la justicia. Por ahora, esto solicitando a todos los ciudadanos del estado a acompañar a Donna (su esposa) y a mí a orar por los oficiales que estuvieron envueltos en el ataque y a sus familias mientras que los detalles del incidente continúan conociéndose". La ciudad de Baton Rouge ha sido escenario de la muerte de Alton Sterling —un ciudadano afroamericano— a manos de la Policía, provocando masivas protestas en todo el país.
Dos días después, cinco policías que custodiaban una manifestación contra la violencia policial en Dallas (Texas) murieron baleados por un francotirador negro.
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Por tanto, no se descarta que este hecho tenga que ver con la tensión racial que se vive en el país del norte. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó la muerte de los tres policías como "un acto de cobardes, nada puede justificar la violencia contra la Policía".
El mandatario también dijo que se desconoce por qué los oficiales fueron abatidos, pero recordó la muerte de los cinco agentes de Dallas el pasado 7 de julio en su mensaje.