Al menos 26 muertos y más de 190 heridos dejó la explosión de un potente coche bomba en el centro de Bagdad. El ataque fue atribuido por la Policía a la rama de Al Qaeda que opera en Irak.
La explosión, que tuvo como objetivo la Oficina de Donaciones Chiíta, institución que administra los sitios religiosos y culturales chiítas, se dio en medio de la crisis que atraviesan los bloques políticos chiítas, sunitas y kurdos, la cual amenaza con provocar una vuelta a la tensión sectaria que empujaron al país al borde de la guerra civil entre el 2006 y 2007.
Funcionarios de seguridad dijeron que la evidencia inicial apuntaba a un ataque suicida con un auto. También señalaron que el atentado parecía provenir del Estado Islámico de Irak, la rama local de Al Qaeda.
A mediados de abril, más de 20 bombas afectaron ciudades y pueblos en todo el país, provocando la muerte de al menos 36 personas. El Estado Islámico de Irak se adjudicó la responsabilidad por esos ataques.