Venenoso sapo de caña pone en alerta a los conservacionistas de Australia. (Captura de pantalla)
Venenoso sapo de caña pone en alerta a los conservacionistas de Australia. (Captura de pantalla)

La captura cerca de la ciudad de de un ejemplar del venenoso sapo de caña, introducido en en 1935, ha generado alarma entre los conservacionistas que sospechan que el batracio pueda adaptarse a climas más fríos, lo que supondría una nueva amenaza para la fauna del sur del país.

Si esta especie de sapo venenoso se puede adaptar al frío y desplazarse hacia el sur "nuestra vida salvaje nativa afrontará una amenaza inmensa", apuntó el experto Tim Faulkner en un vídeo publicado en las redes sociales.

El sapo, cuyo nombre científico es "Rhinella marina", fue hallado en una propiedad rural de Somersby, a unos 80 kilómetros al norte de Sídney.

Faulkner, trabajador del centro Parque de Reptiles -al norte de Sídney-, señaló que el descubrimiento "es muy alarmante porque estamos en pleno invierno" en Australia y esta especie vive en ambientes más cálidos, aunque confió en que "se trate de un incidente aislado".

El "Rhinella marina", un sapo grande y terrestre nativo en América Central y del Sur, fue introducido en Australia en 1935 para combatir una plaga de escarabajos en las plantaciones de azúcar del estado nororiental de Queensland.

El plan fracasó ya que el sapo no se comió los insectos y al no tener depredadores se multiplicó sin control por la parte septentrional del país.

Los "Rhinella marina" son animales que se adaptan fácilmente a los nuevos ambientes, se reproducen por millones, y tienen un poder destructivo en la fauna nativa de las zonas invadidas.

"Se ha producido un declive catastrófico y eventos que han llevado al borde de la extinción de nuestra vida salvaje nativa por los sapos de caña", comentó Faulkner en el vídeo.

La población de estos sapos ocupa en Australia un territorio de 1,2 millones de kilómetros cuadrados y su veneno causa la muerte de especies nativas como los quolls del norte (marsupial carnívoro), los cocodrilos de estuario, lagartijas y serpientes.


Fuente: EFE