Una mujer confesó con total frialdad ante un tribunal que no podía mover los dedos ni pudo lavarse la sangre adecuadamente después de que decapitara a su madre con varios cuchillos, en Sidney (Australia)
Jessica Camilleri se enfrentó a la Corte de Parramatta Bail el domingo, acusada de asesinato luego de haber atacado a su madre Rita la noche anterior, en su hogar en St Clair.
La joven de 25 años no solicitó la fianza, y su abogado le dijo al tribunal que tenía problemas de salud importantes. El juez Michael Price ordenó que se la evaluara en el hospital antes de su próxima comparecencia ante el tribunal.
Camilleri dijo que no podía mover los dedos correctamente después del "incidente" y que no había podido lavarse adecuadamente en la ducha para quitarse toda la sangre, según informa 7news.
Según medios locales, Rita cuidaba a un niño de cuatro años, quien no es hijo de Jessica, cuando supuestamente fue asesinada. La policía cree que el menor fue testigo de gran parte del presunto delito.
"La familia está angustiada por lo que ha ocurrido. Esta es una de las escenas más significativas y horribles que la policía tuvo que enfrentar", dijo a reporteros el superintendente de la policía, el detective Brett McFadden.
Además, el detective McFadden reveló a los medios que se usaron varios cuchillos en el "horrible" ataque. "No hay que alejarse del hecho de que fue un ataque horrible y significativo, y las lesiones que sufrió la víctima fueron extensas".
El niño que estaba en la casa fue atendido en el Westmead Children's Hospital por una lesión menor en la cabeza. "Su familia lo está cuidando y está recibiendo asistencia médica durante el transcurso del día. La familia está preocupada por lo que ha ocurrido", refirió el detective McFadden.
La policía dice que estaba al tanto de la familia, pero lo que se desarrolló el sábado por la noche no era "previsible". La escena fue tan terrible que a los agentes que asistieron a la escena del crimen se le ofreció asesoramiento.