Redacción PERÚ21

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Sídney. Más de 150 incendios forestales continúan activos en el este de Australia un día después de la jornada de condiciones “catastróficas” que se registró la víspera y que amenazan con volver a repetirse este miércoles.

El Servicio Rural de Bomberos del estado suroriental de Nueva Gales del Sur, la región más azotada por estos fuegos, informó por la mañana de que 73 focos continúan ardiendo, la mitad de ellos fuera de control.

Por su parte, el departamento de emergencias del estado Queensland indicó a Efe en un mensaje que en esta región arden unos 80 incendios, sin precisar el número de fuegos descontrolados.

Las autoridades advierten del peligro de que los fuegos se recrudezcan durante la presente jornada en Queensland, al noreste del país, por los fuertes vientos que azotan la zona.

"Esto hace que las condiciones sean un desafío para los bomberos en tierra", apuntó Victoria Dodds, representante de la Oficina de Meteorología, al incidir además en la posibilidad de tormentas eléctricas, el terreno seco y la falta de lluvia.

Los bomberos de Queensland han ordenado a los residentes de localidades como Noosa North Shore, Woodgate o Kinkuna, al norte de Brisbane, que abandonen el área por la cercanía de los incendios.

En la tarde, un helicóptero se estrelló mientras ayudaba en las tareas de extinción en la localidad de Pechey, a unos 150 kilómetros al oeste de la ciudad de Brisbane, aunque el piloto sobrevivió al accidente.

"Los paramédicos están atendiendo a un paciente por heridas leves después de que un helicóptero aterrizó pesadamente", informó en Twitter el Servicio de Ambulancias de Queensland.

En los incendios de noviembre, en los que tres personas han perdido la vida y más de un centenar han resultado heridas, han devorado en todo el este de Australia unas 300 edificaciones, según los datos aportados por el comisionado de los bomberos de Nueva Gales del Sur, Shane Fitzsimmons.

Asimismo, las autoridades investigan si algunos de los incendios, entre ellos los que ardieron ayer en la periferia de Sídney, fueron iniciados deliberadamente.

En Sídney, la urbe más poblada de Australia, los servicios de emergencia lanzaron la víspera desde aviones líquido retardante y que han teñido de rojo casas, carreteras y coches, entre otros objetos, en parte de los barrios de las afueras.

El actor australiano Russell Crowe publicó en las redes sociales el daño parcial provocado por los fuegos del martes en su vivienda de la localidad de Nana Glen, a unos 600 kilómetros al norte de Sídney.

Los servicios de bomberos han elevado a más de 11,000 kilómetros cuadrados, una superficie similar a Jamaica, el terreno devorado por los incendios desde mediados de año en Nueva Gales del Sur, mientras en Queensland, el terreno calcinado es de 1,300 kilómetros cuadrados.

El total de esta superficie casi triplica la calcinada durante los incendios de febrero de 2009 en el estado de Victoria (sureste) que causaron 173 muertos y 414 heridos, y catalogados como los peores vividos en el país oceánico en las últimas décadas.

La temporada de incendios en Australia varía según la zona y las condiciones meteorológicas aunque generalmente se registran en el verano austral (entre los meses de diciembre a marzo).

En los últimos años, los incendios forestales en Australia -que este año también ha sufrido una fuerte sequía- han aumentado en intensidad y los expertos vinculan esta virulencia a los efectos del cambio climático.

Fuentes: EFE