"Es hora de decir que el marido no es el dueño de su esposa. La soberanía legal de un sexo sobre el otro sexo es errónea", subrayó el presidente del órgano judicial indio. (Foto: AFP)
"Es hora de decir que el marido no es el dueño de su esposa. La soberanía legal de un sexo sobre el otro sexo es errónea", subrayó el presidente del órgano judicial indio. (Foto: AFP)

El Tribunal Supremo indio despenalizó hoy el adulterio en la , al declarar inconstitucional una ley del Código Penal de casi 160 años de antigüedad que trataba a la mujer como un objeto, dejando a la elección de su marido si las relaciones sexuales con otro hombre eran causa de delito o no.

Una sala compuesta por cinco jueces y encabezada por el presidente del Supremo, Dipak Misra, declaró que el artículo 497 del Código Penal, que imponía penas de hasta cinco años de cárcel por adulterio no consentido por el marido, es inconstitucional.

"Cualquier disposición que trata a la mujer en desigualdad no es constitucional", aseguró el juez Misra, que redactó su veredicto en colaboración con otro de los jueces de la sala, mientras que los otros tres magistrados pronunciaron sentencias individuales en las que coincidieron en la inconstitucionalidad del artículo.

"Es hora de decir que el marido no es el dueño de su esposa. La soberanía legal de un sexo sobre el otro sexo es errónea", subrayó el presidente del máximo órgano judicial indio, que insistió en la "arbitrariedad" del artículo.

El juez Misra señaló además, en contra de aquellos que defienden esta ley como protectora de la indisolubilidad del matrimonio, que "el adulterio podría no ser la causa de un matrimonio infeliz, sino el resultado".

La decisión del Tribunal Supremo llega después de otra sentencia histórica este mes a favor de la igualdad, en la que el máximo órgano judicial declaró inconstitucional otro artículo de la época victoriana en el que se penalizaban las relaciones homosexuales.

Esta ley contra el adulterio estaba en sintonía con una sociedad india que sigue siendo predominantemente patriarcal, en la que existe una marcada predilección por los varones, ya que perpetúan el linaje, cuidan a los padres en la vejez y les aseguran ingresos.

A ello se suman las costosas (e ilegales) dotes que deben pagar las mujeres en la boda, quienes una vez que se casan pasan a formar parte de la familia del marido.

Fuente: EFE

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