Quieren que se respete sus derechos. Cinco millones de mujeres en el estado de Kerala, al sur de la India, realizaron una gigantesca cadena humana de 620 kilómetros a favor de la igualdad de género durante las celebraciones de Año Nuevo.
El objetivo fue formar un "muro" que sirva de llamado para poner fin a las protestas violentas contra las mujeres que intentan ingresar al Templo de Sabarimala, un lugar de peregrinación para los hindúes que hasta hace algunos meses solo estaba permitido para hombres y ancianas.
Pese a que la Corte Suprema de la India dictaminó sobre el asunto en septiembre y señaló que ahora es posible el ingreso de mujeres, aquellas que han intentado ingresar han sido víctima de violencia y abuso.
El "muro" también es un recordatorio de que India es vista como el país más peligroso del mundo para ser mujer. En el país se enfrentan diversas formas de violencia y discriminación basadas en el género, que incluyen la violación de pandillas, las prácticas tribales, el tráfico sexual, la servidumbre forzada y más.
Entre las prácticas culturales, están los ataques con ácido, mutilación genital femenina, matrimonio infantil, castigo por lapidación, abuso físico, violencia sexual doméstica y la trata de personas.