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Hong Kong [AFP].- Una pareja de Hong Kong, detenida en julio del año pasado durante las manifestaciones prodemocracia en la excolonia británica, fue declarada el viernes no culpable de “participación en un disturbio”, una decisión que podría sentar jurisprudencia para otras cientos de personas enjuiciadas bajo el mismo cargo.
Más de 9.000 personas fueron detenidas a raíz del inicio en junio de 2019 de un movimiento de protesta sin precedentes en la región semiautónoma desde su retrocesión a China en 1997.
Henry Tong, de 39 años, y Elaine To, de 41, habían sido acusados por “participación en un disturbio”, una calificación que se castiga con siete años de prisión.
Pero el Tribunal de Distrito estimó el viernes que no había pruebas de que la pareja hubiera participado en la manifestación que tuvo lugar el día de su arresto.
El juez Anthony Kwok consideró que esta presunción no podía basarse en el simple hecho de que los dos fueran vestidos con ropa negra, como la que suelen llevar los manifestantes prodemocracia.
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“El negro es el color que a menudo visten numerosos habitantes”, observó.
Los acusados y sus familiares rompieron a llorar con el anuncio del veredicto.
“No vamos a festejarlo pues son muchos los que están a la espera de una decisión justa”, declaró Tong al salir del tribunal.
Él y su compañera habían sido liberados bajo fianza en agosto y contrajeron matrimonio después.
Esta decisión podría ser invocada por los abogados de otras 600 personas acusadas de “participación en un disturbio” desde el año pasado.
La movilización prodemocracia en Hong Kong, surgida en junio de 2019 en rechazo a un polémico proyecto de ley para autorizar las extradiciones hacia China, se transformó en una protesta más amplia contra el papel de Beijing en los asuntos de su región, que en teoría goza de una gran autonomía hasta 2047.
Las manifestaciones y acciones casi diarias en la ciudad se saldaron muchas veces con enfrentamientos violentos entre radicales y fuerzas antidisturbios.
Beijing impuso como respuesta el mes pasado en Hong Kong una polémica ley de seguridad, que busca reprimir cualquier acto de “subversión” y que endurece considerablemente las penas. El movimiento prodemocracia presenta el texto como el último golpe contra la semiautonomía de Hong Kong.
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