En un país afamado por tener casi 200 psicólogos cada 100.000 habitantes, el sondeo reveló que un 43,8% de los encuestados dijo necesitar atención psicológica por tristeza, desesperanza, ansiedad, angustia e inestabilidad emocional. También señalan intolerancia al encierro, sensación de soledad e ideas de muerte.