La Armada de Estados Unidos envió dos destructores a la costa de Libia, luego de que el embajador Chris Stevens y otros tres estadounidenses murieran en un ataque contra el consulado en Bengasi.
«Dos destructores van a estar en los alrededores de Libia, pero solo como medida precautoria», dijo un alto funcionario estadounidense.
La decisión de enviar los navíos y una unidad de unos 50 infantes de marina se produce tras el ataque al consulado estadounidense en Bengasi por parte de militantes armados que protestaban contra un filme que supuestamente denigra el islamismo.
El portavoz del Pentágono, George Little, quien se negó a dar precisiones sobre la trayectoria de los barcos enviados, dijo que la medida precautoria es «lógica» y «prudente».
El presidente estadounidense, Barack Obama, ordenó de inmediato que se incremente la seguridad en las misiones diplomáticas de su país en el mundo, al tiempo que condenó el ataque en Bengasi, que coincidió con el undécimo aniversario de los atentados del 11 de setiembre de 2001 contra Estados Unidos.
