Redacción PERÚ21

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Hace algunos días se dio a conocer que una joven que trabajaba como profesora particular del delito de abuso sexual agravado contra un adolescente, con el cual tuvo un hijo.

El hecho ocurrió hace 3 años la ciudad de Mendoza, en , cuando el menor tenía apenas 14 y la mujer, identificada como Vanina Alexandra Vélez, tenía 23.

La justicia determinó que la relación fue consentida por los familiares del chico y que este tenía “madurez sexual”, por lo que absolvió a la maestra de los cargos que pesaban en su contra.

El adolescente, que ahora tiene 17 años, contó al diario Clarín, algunos detalles de la relación que mantuvo con la joven que lo sedujo y —según afirmó— lo “hizo un hombre de golpe”.

“Cuando me explicaba las materias, me hacía caricias en la entrepierna, me hablaba al oído para excitarme. Yo no sabía ni cuidarme (con preservativo). A esa edad tendría que haber estado jugando a la pelota con mis amigos”, manifestó al medio argentino.

El jovencito reconoció que su relación con la profesora lo hizo “quemar etapas”. Además, confesó que siente vergüenza de salir a la calle, pues todo el mundo se burla de él debido a que vive en Palmira, una localidad de 40 mil habitantes donde casi todos se conocen.

“Me miran, se ríen, me hacen burlas. No quería que se conociera esta historia (...) Conocerla (a la profesora) me hizo perder gran etapa de mi infancia. Ella me decía que siempre iba a ser mi nena, que estaríamos juntos. Fue mi primera vez con una mujer. Me volví loco, me enroscó. Fue un infierno”, dijo.

La historia, que hoy se ha vuelto una pesadilla, comenzó luego que el menor tuviera un accidente, (le cayó un arco de fútbol sobre su pie), por lo que dejó de ir al colegio por varios meses. Vanina era estudiante del último año de la carrera de docencia y su familia era conocida por los padres del joven, por lo que no dudaron el contratarla para que le de clases particulares.

El adolescente ha solicitado una prueba de ADN pues asegura que la bebé, que ahora tiene 3 años, no se le parece: “Es rubia de ojos claros, y yo soy morocho”. “Si soy el padre de esa nena, voy a darle todo el cariño que se merece. Pero si no, a ella (la maestra) le voy a hacer pagar todo el daño que me hizo. Me arruinó la vida”, concluyó.

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