La condena a Marcelino Moya fue aplaudida por decenas de personas de la ONG que esperaban en las afueras del tribunal. (Foto referencial: AFP)
La condena a Marcelino Moya fue aplaudida por decenas de personas de la ONG que esperaban en las afueras del tribunal. (Foto referencial: AFP)

Redacción PERÚ21

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Un tribunal de condenó este viernes a 17 años de prisión al ex sacerdote católico Marcelino Moya, acusado de abuso sexual de menores entre 1992 y 1997, aunque seguirá en libertad hasta que el fallo quede firme.

La causa se inició en junio de 2015 cuando dos sujetos, el médico Pablo Huck y Ernesto Frutos, denunciaron haber sido víctimas de abusos del sacerdote cuando tenían entre 12 y 15 años y concurrían a la parroquia Santa Rosa de Lima de la ciudad de Villaguay, 376 kilómetros al norte de Buenos Aires.

Al término del juicio oral pero no público, el tribunal lo consideró culpable del delito de "promoción de la corrupción agravada y abuso sexual simple condenándole a la pena de 17 años de prisión", según la lectura del fallo, cuya filmación fue divulgada por el portal de la ONG Compromiso CON VOZ, a la que pertenece Huck.

El proceso contra Moya, que solo estuvo presente en la primera audiencia, se inició el 20 de marzo pasado y se escucharon los testimonios de las víctimas y de varios testigos.

La condena fue aplaudida por decenas de personas de la ONG que esperaban en las afueras del tribunal. "Celebramos una victoria en este recorrido", escribió.

En la causa figura que uno de los denunciantes relató que era abusado "por los menos dos veces por semana y durante casi dos años" y que eso ocurría "en la habitación del sacerdote, en el primer piso y cuando hacían viajes, en el vehículo del sacerdote".

Moya fue ordenado sacerdote el 3 de diciembre de 1992 por el ex arzobispo de Paraná, Estanislao Karlic, y la parroquia de Villaguay fue su primer destino entre 1992 y 1997. Simultáneamente era docente en el Instituto La Inmaculada en esa ciudad.

Villaguay está en la provincia de Entre Ríos, donde ya hubo dos juicios por abuso de integrantes de la iglesia católica, el del párroco Juan Diego Escobar Gaviria condenado en 2017 y el de Justo Ilarraz en mayo de 2018, ambos sentenciados a 25 años de prisión.

En Argentina, el caso más resonante fue el del sacerdote César Grassi condenado en 2009 a purgar 15 años de cárcel por abuso sexual de un menor cuando dirigía la Fundación Felices los Niños. Estuvo en libertad condicional hasta 2013.

Grassi fue un cura mediático en los años 1990 y eran frecuentes sus apariciones en radio y televisión. En los centros de la Fundación llegó a albergar a más de 6,000 menores. Manejaba un presupuesto de 4,6 millones de dólares.

Fuente: AFP