En Argentina, Florencia Guiñazú, quien recién cumplió 30 años el pasado 30 de marzo, fue asesinada por su expareja Ignacio Agustín Noto, quien luego de cometer el crimen se quitó la vida.
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La joven, madre de dos niños de 5 y 7 años, era jugadora de fútbol, modelo, tatuadora y una entusiasta del rugby.
Su lamentable muerte se conoció luego que un vecino leyera una nota que dejó el feminicida: “Llamen al 911, que los chicos están solos”.
El asesino la había matado a golpes dentro de su habitación, mientras uno de los hijos jugaba videojuegos. El otro menor estaba en casa de su abuela, informó el medio TN.
El menor que quedó en casa no escuchó cómo asesinaron a su madre, solo salió de la habitación cuando comenzó a sentir hambre. El vecino que leyó el cartel dio aviso a las autoridades y estos ingresaron a la fuerza en el departamento ubicado en la calle Bombal al 400, en Las Cañas.
En medios locales informan que el feminicida ya había sido denunciado por su víctima, estuvo en la cárcel, pero fue liberado meses antes del ataque.
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